Tipografías tipo Serif
Se han utilizado desde la antigüedad y el inicio de las impresiones y son las características de la prensa escrita y la literaria. Las serifas nos ayudan a no perder el hilo del texto y marcar en cierta medida la línea a seguir.
A modo de recordatorio diremos que la «serifa» son las volutas o adornos decorativos que aparecen en cada una de las letras de este tipo. Dentro del grupo son distintas entre sí, ya poseen diferentes estilos que las hace diferenciarse entre ellas. Normalmente se caracterizan por ser unas tipografías con elegancia y estilo.
Tipografías tipo Sans Serif
Se considera el tipo más moderno. En la actualidad en la que nos desprendemos de lo accesorio y solemos quedarnos solo con lo funcional (como ocurre en el flat design), es fácil pensar que es una tipografía mas actual, cuyos bordes son simples.
Un tipo minimalista que puede parecer que da lugar a una lectura más clara y legible, pero que no tiene por qué ser así. Se suele pensar que tiene un aire más juvenil.
Las Sans Serif llaman más la atención
Esto es algo sin fundamento. No nos llama la atención una sola tipografía sino la conjunción de todo lo que le acompaña. Puede gustarnos más aisladamente una tipografía que otra, «sobre gustos no hay nada escrito» pero, un tipo no es mejor que otro en general, aunque si lo puede ser en una determinada ocasión. Lo que decimos desde el comienzo, si buscamos legibilidad y no la conseguimos, ten claro que da igual el tipo que estés usando, tu lector se ira.
También es muy importante la combinación de color con el fondo y entre todos los que aparezcan. Si estas combinaciones no dejan leer con calidad el texto da exactamente igual el tipo que usemos.
Ninguno de los dos tipos está por encima del otro, como decimos, no existe la verdad absoluta, solo hay que escoger en cada caso el que mejor se adapte a las necesidades.
Las tipografías Serif no funcionan en tamaños pequeños
Esto va muy unido a lo anterior. Existe una creencia acerca de que las tipografías serif en tamaños muy pequeños pueden tener problemas a la hora de leerse debido a que las volutas pueden «emborronar» las palabras o hacer que se entiendan mejor la diferencias entre espacios.